EL PODER DEL PERDON

Nadie le hace nada a nadie, parece una frase sencilla pero difícil de asimilar cuando aún nos encontramos sumergidos en la ilusión de la separación y el olvido de lo que realmente somos. Pero cuando llegamos a comprender que todas esas ofensas, humillaciones, decepciones, maltratos y sinsabores de la vida que infringimos y nos infringen nuestros semejantes se convertirán, en algún momento en nuestras vidas, en las herramientas más poderosas para liberación de nuestro espíritu y el recuerdo y reconocimiento de lo que realmente somos, una gran luz se enciende al final del túnel. Si, todo se resume a un proceso de ayuda mutua entre las almas que una vez pasan por el mundo físico y que ansían reconocerse y expresar en toda su magnitud la divinidad que somos. Podríamos decir que toda esa basura que vamos albergando en nuestro interior y que nos es proporcionada, desde nuestra visión terrenal, por nuestros semejantes, tan solo es un regalo de nosotros mismos a nosotros mismos para ejercer, en un momento de iluminación, ese gran don tan poderoso y divino que es el perdón, el máximo poder que el hombre puede ejercer sobre si mismo y sobre los demás y que transforma y da vida a todo lo que toca, si, el perdón. El rencor, el odio y la frustración y en general todas las manifestaciones egoistas que se albergan en nuestro interior tan solo son la otra cara de la misma moneda del amor, la aceptación, el servicio y el desapego que solo el perdón puede reconciliar en una moneda transparente donde desaparecen los opuestos y solo queda un circulo perfecto e infinito.

En esta etapa tan importante por la que estamos transitando al final de este ciclo, y donde el objetivo central radica en elevar nuestros niveles vibracionales a los niveles donde vibra nuestro espíritu, solo el perdón podrá conducirnos a esos lugares de paz y felicidad al abrir nuestro corazón para permitir recibir las energías superiores que en estos momentos se encuentran disponibles cubriendo todo el planeta y que únicamente son interferidas por un corazón cerrado y endurecido por situaciones y eventos del pasado que tan solo aparentan ser lo que no son. No fueron ofensas tan solo fueron regalos de mi para ti esperando ser abiertos en estos momentos de fiesta y que los pudiéramos vestir adornados con ese gran moño rojo al centro de nuestro ser, Nuestro Corazón.

Cuanto odio y rencor seguimos albergando en nuestro interior hacia la vida, hacia nuestros padres, hacia nuestros hermanos biológicos, hacia nuestras parejas, hacia nuestros hijos, Hacia las parejas de nuestros hijos, hacia nuestros socios y amigos y hacia nosotros mismos, siempre buscando el momento propicio para la venganza y una vez que esta llega solo para reconocer que el dolor se incremento y nuestra carga se vuelve más pesada, nada sucedió, nada cambio, todo se torno más oscuro y frío.

Liberémonos, son tiempos de cambio, son tiempos de transformación empecemos a utilizar ese poderoso "Limpiagrasas" ese poderoso "Quita Esmaltes" que dejara dentro de nosotros un corazón y un cuerpo limpios y esbeltos para poder elevarnos a las dimensiones superiores que nos esperan. Perdonemonos, perdonemos a lo demás y reconozcamos que "Nadie le ha hecho nada a nadie" solo el Ego se siente ofendido y el Ego esta por desaparecer, no desaparezcamos junto con él, nosotros somos más que alguien ofendido, somos la ofensa y el perdón, el odio y el amor, el frío y el calor, el principio y el fin, vayamos al centro de todas las cosas donde solo existe una sola polaridad "El Amor y el Servicio" donde todo se ha reconciliado y donde todo puede ser observado sin juicios, vayamos al centro de nuestro corazón donde se encuentra el centro del Universo, donde te encuentras Tu, Dios y Creador de todas las cosas.

Elevémonos junto con todos nuestros hermanos que en estos momentos lo están haciendo alrededor del mundo, no permitamos que el lastre del miedo y el egoismo nos mantengan atados en el fondo de la ilusión y el olvido, esta es la gran oportunidad de ascender y elevarnos en cuerpo y espíritu para transformarnos poco a poco nuevamente en luz no sin antes disfrutar de la experiencia de sentir las dimensiones superiores en un cuerpo físico, una oportunidad por la que hemos trabajado durante miles de años, una oportunidad que creamos antes de estar aquí, una oportunidad que no debemos perdernos.

¡EJERZAMOS NUESTRO PODER Y PERDONEMONOS Y PERDONEMOS A NUESTROS HERMANOS! FINALMENTE "NADIE LE HA HECHO NADA A NADIE". LA RECONCILIACIÓN DE LOS OPUESTOS ES LA GRAN MISIÓN.

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